mié. Mar 27th, 2024

El cacao, de México para el mundo

El campo mexicano ha hecho importantes aportaciones al mundo con diversos productos y alimentos, como es caso del cacao.

“En ningún otro producto la naturaleza ha concentrado un alimento tan valioso y saludable en un espacio tan reducido como en una semilla de cacao.”

Humboldt

El campo mexicano ha hecho importantes aportaciones al mundo con diversos productos y alimentos, como es caso del cacao.

La historia del cacao para México es ancestral. Se contempla que fue la civilización olmeca (1500 a 400 a. C.) la primera en descubrir el sabor del cacao y cultivarlo. Con el tiempo, el consumo del cacao se extendió a las civilizaciones maya (600 a. C.) y azteca (1400 d. C.).

Fueron los mayas quienes le dieron el nombre de “caucau”, “cac” que en maya significa rojo y “cau” que significa fuerza y fuego.

El pueblo azteca, lo empezó a consumir en forma de una bebida hecha con cacao molido, agua y miel, a la que se llamó “xocolatl”, que en náhuatl significa “agua espumosa”. Incluso, se sabe que Moctezuma tomaba “xocolatl” varias veces al día en una copa de oro.

La mitología prehispánica vincula a dos dioses: Quetzalcóatl, de origen Azteca, y Ek-Chuah “Dios del cacao, de la guerra y benefactor de los mercaderes”, de origen Maya.

Cuenta la leyenda que Quetzalcóatl regaló el árbol del cacao a los hombres, de ahí considerado un producto de gran valor. Para algunos pueblos, las semillas de cacao eran tan valiosas que se usaban como moneda.

Otras formas de denominar al cacao en regiones indígenas han sido: si´va en mixteco, chudenchú en otomí, y biziáa en zapoteco.

Se presume que Cristóbal Colón fue el primer europeo en beber chocolate, y que Hernán Cortés lo introdujo en España, sin embargo, no existen bases históricas que comprueben ambos hechos.

En su momento, Hernán Cortés le escribió a Carlos V asegurándole que una sola taza de “xocolatl” bastaba para sostener las fuerzas de un soldado durante todo un día de trabajo.

Posterior a la conquista, la bebida poco a poco cobró importancia en la sociedad española y se convirtió en el acompañamiento clásico, en eventos y con diferentes presentaciones. La sociedad femenina se reunía al atardecer en amplios salones y las camareras llegaban a ofrecer las confituras secas, chocolate con helado, chocolate caliente y chocolate preparado.

Existe la teoría de que la Infanta María Teresa de España al casarse con Luis XIV de Francia le obsequió el secreto de la preparación del chocolate como regalo de bodas, dando lugar a la expansión del chocolate en Europa.

Los suizos fueron quienes empezaron a mezclar el chocolate con leche para hacerlo más cremoso; y fue Henri Nestlé a mediados del siglo XIX quien tuvo la idea de mezclarlo con leche condensada azucarada, dando lugar al conocido chocolate tipo “suizo”.

Rudolphe Lindt, también de origen suizo, agrego manteca de cacao a la mezcla de chocolate con leche para hacerlo sólido y cremoso a la vez.

En la Segunda Guerra Mundial, fue un alimento que se proporcionaba a los soldados por su fácil transportación y contenido nutritivo y energizante.

Al finalizar la guerra, el chocolate en barra empezó a ser consumido por la gente civil como golosina, afianzándose en el mercado mundial.

El cacao, además de formar parte de la historia y cultura de México, se encuentra presente en la economía del país.

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