mié. Mar 27th, 2024

Día Mundial de la Ciencia y la Tecnología

El Día Mundial de la Ciencia y la Tecnología se celebra cada 10 de abril, en honor al natalicio del Dr. Bernardo Houssay.


El Día Mundial de la Ciencia y la Tecnología se conmemora cada 10 de abril, en honor al científico argentino Bernardo Alberto Houssay, Premio Nobel de Medicina en 1947.

Fue el primer Latinoamericano que recibió esta presea, por sus investigaciones en Fisiología y Medicina, concretamente sobre el rol de la hipófisis o glándula pituitaria en la regulación de la cantidad de azúcar en sangre a través del metabolismo de los hidratos de carbono.

Houssay formó a quienes serían destacados científicos, entre ellos a Leloir. Fundó el CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina) en 1958 y fue su primer presidente.

En 1972 la Organización de los Estados Americanos incorporó el Premio Bernardo Houssay para galardonar a los más importantes investigadores del continente americano.

Los descubrimientos de Houssay continúan siendo un ejemplo para los investigadores de todo el mundo para seguir trabajando en el avance de la ciencia, como medio para mejorar la calidad de vida de todos los seres humanos.

Dr. Bernardo Houssay. Wikimedia Commons.

Lamentablemente el desconocimiento sobre la necesidad de investigadores ha provocado que sean carreras poco valoradas y sea la investigación científica la primera que es recortada en los presupuestos gubernamentales, solo las naciones avanzadas establecen un porcentaje del PIB fijo para investigación y formación de científicos en todas las áreas del conocimiento, porque este tipo de causas son mal vistas por la población en general que considera que es pérdida de tiempo y dinero el promover la ciencia, llegando al grado de satanizarla en nombre de principios pseudoreligiosos o meros intereses económicos, como pasa en la investigación de células madre o los transgénicos.

En mayo del 2018, el periodista Javier Flores del diario La Jornada de México analizó lo que él dio en llamar las “Causas del atraso científico en América Latina”:

“Llaman mucho la atención las similitudes que tienen las naciones de América Latina en su desarrollo científico y tecnológico. En 2016, el gasto en investigación y desarrollo (GIDE) estimado para la Región representó en promedio apenas 0,48% del producto interno bruto (PIB), mientras entre los países que integran la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) el porcentaje promedio fue de 2,38% en 2014. Algo semejante se observa cuando se examinan indicadores como el número de investigadores, las patentes, etc. Si bien no puede hablarse de uniformidad pues cada nación tiene su historia y particularidades, resulta inevitable preguntarse por qué se ha producido y permanece abierta esta enorme brecha.

Desde luego los factores políticos tienen su papel en cada nación. Por ejemplo, en 2014 Brasil destinaba 1,14% de su PIB a investigación y desarrollo (el más alto en América Latina), pero luego del golpe contra la presidenta Dilma Rousseff se han producido continuos recortes al presupuesto para la ciencia, que en 2017 llegaron a ser 44% menores respecto del año previo. Aunque en otra dimensión, en México este gasto alcanzó 0,54% del PIB en 2014, pero también, por los continuos recortes… en 2018 este indicador se situará por debajo del medio punto porcentual.

Pero además de los efectos de la inestabilidad política que caracteriza a la región hay un denominador común que es la escasa presencia del sector privado en la estructura del gasto. En todos los países de América Latina, sin excepción, la mayor parte de los recursos provienen de fuentes gubernamentales. Así el gasto público es de 94% en Costa Rica y la aportación privada es de 2% (el restante 4% es de otras fuentes), Panamá (81/11), Argentina (76/17), México (67/20), Brasil (61/26) y Chile (43/33). Para tener algunos puntos de referencia, en Japón la relación porcentual entre el GIDE público y el privado es completamente al revés (15/78), China (21/75), Corea (24/75), Alemania (28/66) y Estados Unidos (24/64).”

A pesar de todo, la ciencia como fuente de conocimiento y la tecnología como aplicación del mismo ha logrado avanzar, llevando a la humanidad a mejorar su bienestar.

El desarrollo social que brinda la ciencia solo podría ser equiparado con la cultura, que si se incluye desde la infancia se logrará crear una sociedad más equitativa y progresista capaz de realizar sus propios juicios y establecer prioridades reales sobre las necesidades.

La ONU en 2019 hizo hincapié en el concepto de “ciencia abierta”, no solo en el sentido de apertura para la comunidad investigadora, sino que se refiere a una ciencia abierta en cuanto a ciencia accesible a la sociedad.

Este año, en un momento en el que el mundo está luchando contra la pandemia mundial de COVID-19, el tema central del Día Mundial de la Ciencia es “La ciencia para y con la sociedad frente al COVID-19”.

A lo largo de esta crisis sanitaria sin precedentes, la UNESCO se ha esforzado por reforzar las colaboraciones científicas internacionales que se necesitan de manera crítica. Desde la perspectiva científica, la respuesta de la UNESCO al COVID-19 se estructura en torno a tres pilares principales: promover la cooperación científica internacional, garantizar el acceso al agua y apoyar la reconstrucción ecológica.

Foto de RF._.studio en Pexels

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