
Las leyes de la robótica de Isaac Asimov
El 6 de abril de 1992 fallece Isaac Asimov en la ciudad de Nueva York, escritor de ciencia ficción y bioquímico.
“En primer lugar acabemos con Sócrates, porque ya estoy harto de este invento de que no saber nada es un signo de sabiduría“, Isaac Asimov.
Nacido en Petrovich, Unión Soviética y emigrado a Estados Unidos en 1923, es considerado uno de los Tres Grandes de la Ciencia Ficción junto a Robert A. Heinlein y Arthur C. Clarke, se dedicó a escribir sobre ficción especulativa desde un punto de vista científico.
Su más famosa obra fue “El ciclo de las Fundaciones”, formada por tres volúmenes: Fundación, Segunda Fundación y Fundación e Imperio, que recibe el Premio Hugo de Ciencia Ficción a la Mejor Saga de los Todos los Tiempos.
Fue humanista y racionalista, respetuoso de las creencias religiosas pero opuesto a las supersticiones, su obra de ficción tiene diversos tintes políticos, morales y hasta humorísticos, y plantea, de forma insistente, los paradigmas causados por los avances de la ciencia y la cultura.

Entre sus aportes a la ciencia está el haber creado “reglas” sobre el comportamiento ético y moral de la inteligencia artificial llamadas “Las tres leyes de la robótica” (Yo, robot; 1950):
- Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
- Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes se oponen a la primera ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la primera o segunda leyes.

Escribió más de 500 libros, una gran cantidad dedicada a comentar la historia, en “El Antiguo Testamento” analiza los hechos que dieron lugar a las creencias del pueblo hebreo y posteriormente del cristianismo.
Al morir en 1992 por un fallo coronario y renal se supo que fue víctima de la postura oposicionista de los gobiernos conservadores de Reagan y Bush, en una operación en 1983 le fue administrada sangre con VIH y el SIDA se fue desarrollando hasta causarle la muerte.